Londres: Día 4

12/29/2010 Beldz 2 Comments


El último día apenas tuvimos tiempo de ver un par de cosas: el vuelo salía desde Luton a las cuatro de la tarde. Fuimos directamente a Hyde Park, uno de los parques más grandes y emblemáticos de Londres. Como entramos por la zona oeste, lo primero que vimos fueron los Kensington Gardens y el palacio de Kensington, otra de las residencias reales, antigua casa oficial de Diana, princesa de Gales. Como estaba cerrada, tan sólo la vimos por fuera. Continuamos andando hasta llegar al Albert Memorial, un monumento conmemorativo, de estilo gótico y diseñado por George Gilbert Scott, dedicado al príncipe Alberto, esposo de la reina Victoria. Desde allí se puede ver el Royal Albert Hall, otro famoso teatro londinense.

Kensington Palace
Hyde Park

Hyde Park

Pasamos por delante de la Serpentine Gallery, una sala de exposiciones de arte moderno y contemporáneo, y bordeamos el lago Serpentine hasta llegar a unas fuentes muy bonitas. Por el camino, nos hicimos una foto en la estatua de Peter Pan. Seguimos andando por Hyde Park, pero al haber escasez de indicaciones, perdí nuestra posición en el mapa y acabamos saliendo del parque sin visitar el famoso Speaker's Corner, ni Marbel Arch, ni Hyde Park Corner; aunque tampoco hubieramos tenido tiempo de verlo todo.

A continuación, bajamos hasta Knightsbridge y entramos en los almacenes Harrods. Mucho lujo, mucha gente y todo carísimo. Acabé comprando una chocolatina muy pequeña -en una sala que para mí era como una especie de paraíso del té, del café y del chocolate-, que ya me costó una libra y media, un pastelillo que comí más tarde de postre -y que tampoco estaba para tirar cohetes- y unos muffins para regalar, muy caros. Como el tiempo apremiaba, volvimos a Victoria Station, donde habíamos dejado las maletas en una consigna, y nos dirigimos hacia el aeropuerto de Luton, no sin alguna dificultad para coger el tren correcto y hacerme entender.

Hyde Park
Harrods

Harrods
Estación de Luton

Cogimos el vuelo sin retrasos y el viaje fue perfectamente -creo que de unos doce vuelos programados, sólo cuatro iban bien de hora, así que tuvimos suerte, teniendo en cuenta también que dos días después los aeropuertos ya estaban cerrados por la nieve-. Hay muchas cosas que no tuve tiempo de ver, como el Victoria&Albert Museum, la Tate Modern, el Museo de Historia Natural, el Imperial War Museum o Camden Town, entre muchas otras. Quizá las vea en otra ocasión.

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Londres: Día 3

12/27/2010 Beldz 0 Comments


El tercer día amaneció, por suerte, claro y resplandeciente. Nos dirigimos hacia la Tower Bridge. Diseñado por Horace Jones en 1884, es el puente más emblemático de la ciudad. En las torres había una exposición sobre su historia y construcción, pero, al tener que pagar una elevada cantidad para entrar, tan sólo lo vimos por fuera.

A escasos metros del puente se encuentra la Torre de Londres, un magnífico complejo medieval construido en el siglo XI, mucho más conocido por haber servido de prisión a distinguidos personajes de la historia, como María Estuardo o Ana Bolena. En el centro se halla la Torre Blanca (White Tower), uno de los principales atractivos del palacio, pues alberga una bonita colección de armaduras de los reyes británicos, así como de espadas, pistolas, cañones y diversos objetos singulares -como el hacha de un verdugo-. También es necesario destacar las joyas de la corona inglesa -coronas, cetros, diamantes, colgantes...-, que se encuentran en diversas estancias extraordinariamente protegidas. Una visita que recomiendo encarecidamente. A mí me encantó.

Tower Bridge

Desde Tower Bridge a la Torre de Londres
Torre de Londres


Torre de Londres

Torre de Londres - White Tower - Armaduras

Torre de Londres - White Tower - Armaduras
Torre de Londres - White Tower - Capilla

Desde la Torre de Londres nos dirigimos, dando un paseo, hasta la catedral de San Pablo. Diseñada en estilo barroco por el conocido arquitecto Sir Christopher Wren tras el gran incendio de Londres de 1666, que destruyó la antigua iglesia medieval, posee la segunda cúpula más grande del mundo (la primera es la de San Pedro del Vaticano, en Roma). Sus frescos, que se pueden observar de cerca si subes unos cuantos escalones, narran la vida de San Pablo y fueron pintados por James Thornhill. Recomiendo mucho, si se tiene el ánimo de subir más, ascender hasta la llamada Golden Gallery, donde podréis ver una espectacular vista de Londres. El camino es difícil y cansado, hay que subir muchísimos escalones -entre subir y bajar, más de mil-, pero vale mucho la pena hacer el esfuerzo.

Cuando bajamos de las cúpulas, y tras descansar un rato, pues las piernas me temblaban un poco, dimos un recorrido por la nave central y fuimos hacia la cripta -me sorprendió que hubiera un restaurante y un sitio de comida rápida. La verdad es que no había visto nunca una cosa así-. En ella están enterrados un buen número de personalidades históricas: el almirante Nelson y el duque de Wellington (con dos magníficas tumbas), el arquitecto de la catedral Sir Christopher Wren, y un montón de artistas, músicos y científicos como John Everett Millais, Sir Joshua Reynolds, William Turner, Henry Fuseli, William Blake, Alma-Tadema, Henry Moore, Alexander Fleming o Florence Nightingale.

Catedral de San Pablo

Catedral de San Pablo - Vistas de Londres

Catedral de San Pablo - Vistas de Londres
Royal Opera House

Comimos una pizza en un restaurante italiano que había frente a la catedral. Luego, fuimos hacia Covent Garden, una de las zonas imprescindibles de la ciudad. En el Apple Market había todo tipo de tiendas, desde ropa hasta libros y paraditas de artesanos. También actuaron diversos artistas callejeros. La decoración de navidad aún hizo más bonito el recinto. Estuvimos por allí un buen rato antes de ir a la National Gallery. Por el camino, pasamos frente al prestigioso teatro real (la Royal Opera House).

La National Gallery de Londres se fundó en 1824 y exhibe las pinturas procedentes de la colección nacional de arte del Reino Unido. A pesar de que hacían una exposición temporal sobre Canaletto, que me hubiera encantado visitar, tan sólo tuvimos tiempo de ver la colección permanente. Debo confesar que pensé, al ver el plano del museo en casa, que se podría ver en pocas horas, así que nos saltamos algunas salas porque ya estaban a punto de cerrar. De todas maneras, vi con atención lo que quería ver y lo que más me interesaba, esto es, la pintura europea de 1700 a 1900 y algunos imprescindibles de la pintura holandesa e italiana como "El matrimonio Arnolfini", de Jan van Eyck (que me decepcionó muchísimo) o "La virgen de las rocas", de Leonardo da Vinci.

Al salir, como aún podíamos aguantar un poco más, dimos un pequeño recorrido por el Soho, que al ser viernes estaba abarrotado de gente.

Royal Opera House
Covent Garden

Covent Garden
National Gallery

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Feliz Navidad

12/24/2010 Beldz 5 Comments


¡Felices Fiestas!


Scott Gustafson - St. Nicholas in his study


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Londres: Día 2

12/18/2010 Beldz 4 Comments


Empezamos el segundo día con una pequeña sorpresa: el desayuno. No imaginaba que, en el precio final del hotel, entrase un desayuno inglés y, además, buffet libre. Huevos revueltos, salchichas, pan tostado, bacon, pescado rebozado, alubias dulces, mermeladas, zumos, té... ¡y podías repetir! Creo que mi estómago no hubiese aguantado muchos días seguidos un desayuno como éste.

Así que, con energías para toda la mañana, nos dirigimos hacia Regent's Park, donde vimos, básicamente, los Queen Mary's Gardens. Los parques en otoño también tienen su encanto, a pesar de las hojas caídas y de la escarcha que hay en la hierba a primeras horas de la mañana.

Regent's Park

Regent's Park

A continuación, bajamos hasta Baker Street para ver el Museo de Sherlock Holmes. La casa y la tienda de recuerdos apenas se distinguen del resto de edificios, pero la visita vale mucho la pena si eres fan del personaje. Por unas escaleras estrechas se accede al primer piso, donde hay una recreación de la sala de estar y de la habitación de Sherlock Holmes. Es una estancia realmente pequeña, en la que se condensan un montón de objetos reconocibles, como la maleta de médico de Watson, los tubos de ensayo químicos, el violín, el típico sombrero de detective, o la lupa y la pipa de Holmes. En el segundo piso se nos muestra otra reproducción de objetos, esta vez aquellos objetos aparecidos en los relatos de Arthur Conan Doyle, como los bustos de Napoleón, por ejemplo. En el tercer y cuarto piso, reservados a exposiciones temporales, habían reproducidos, a tamaño normal, personajes de los relatos.

Museo de Sherlock Holmes

Museo de Sherlock Holmes

Museo de Sherlock Holmes
Royal Academy of Arts

Terminada la visita, paseamos por la bulliciosa Picadilly Street con la intención de llegar hasta el Palacio de Buckingham para ver el famoso cambio de guardia. Por el camino, nos detuvimos un momento en la prestigiosa Royal Academy of Arts. El cambio de guardia es una de las mayores atracciones londinenses. Llegamos con el tiempo justo, así que nos tocó observarlo desde la distancia, pues estaba abarrotado de gente. Entre el frío que hacía y la lentitud del evento (creo que dura una hora), nos fuimos antes de que terminara. No me lo imaginaba tan aburrido, la verdad, aunque es cierto que es curioso y peculiar.

Buckingham Palace - Cambio de guardia

Bordeando St. James Park, pasamos por delante del palacio St. James, una de las residencias reales más antiguas de Londres, y caminamos por la calle Pall Mall, donde antiguamente, en el siglo XIX, había prestigiosos clubs de caballeros. Algunos de ellos aún subsisten hoy en día, como el Athenaeum, el Royal Automobile Club o el Reform.

Buckingham Palace
St. James Park


Pall Mall
St. James Palace

Después de comer en Trafalgar Square, cogimos el metro dirección Pimlico, para visitar la Tate Britain, uno de los museos más importantes de arte británico de la ciudad. A parte de la colección permanente, había una exposición temporal interesantísima, Romantics. Las pinturas de Turner, Constable, Henry Füssli y William Blake son las que más me gustaron.

Tate Britain

Finalmente, nuestra última parada fue el British Museum. Desgraciadamente, no pudimos ver algunas salas porque a la hora que fuimos ya estaban cerradas. Me quedé con las ganas de ver, por ejemplo, las figuritas de las islas cícladas. De todas maneras, me contenté con ver los mármoles del Partenón, la Piedra Rossetta, las momias del Antiguo Egipto o el arte de Mesopotamia. También nos dio tiempo a recorrer las salas dedicadas al arte africano y americano.

Al salir, dimos un paseo por el Soho, lleno de bares y restaurantes.

British Museum - Momias egipcias
British Museum - Mármoles del Partenón

British Museum - Piedra Rossetta
British Museum - Vasos griegos de figuras rojas y negras

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