Odèn, silencio absoluto en un radiante día de verano

2/25/2017 Anna 1 Comments

Fue un día luminoso de verano. Un día de aquellos que permanecen siempre en la memoria. Fue un día alegre, radiante; el sol caía sobre nosotros suavemente, sin quemar. Fue un día de silencio en la montaña; solos mi tío y yo rodeados por la naturaleza, la brisa del mediodía y también un poco de arte medieval. Aún hoy puedo sentir el penetrante aroma del tomillo de aquellos campos. Nunca había experimentado nada igual: apagué el motor del coche, abrí la puerta y al bajar... el olor me invadió al instante. Es difícil de explicar la sensación de bienestar que sentí en aquel momento.

Odèn es un municipio de la comarca del Solsonès, en el Prepirineo de la Catalunya central, situado a 1291 m. de altitud. Hace ya tiempo que había pasado por sus carreteras, pero no fue hasta el verano del año pasado que paré para contemplar sus pequeños tesoros. Entre ellos, su castillo e iglesia medieval y unas montañas (que mi tío llama las montserratinas, por su semejanza con Montserrat) de perfil irregular medio escondidas en un valle. El castillo fue nuestra primera parada: declarado bien cultural de interés nacional, hoy se encuentra medio derruido. Es posible visitar su interior, de planta rectangular, aunque la maleza lo hace un poco dificultoso. En realidad, lo que más vale la pena son las vistas que ofrece, ¡inmejorables! En la parte sur de su fachada principal había incluso una iglesia, anterior a la que se construyó justo debajo de la montaña a finales del siglo X o principios del siglo XI. Esta iglesia primigenia, de la cual sólo se conserva una parte, estaba dedicada a Santa Cecilia y era de estilo románico, de una sola nave con planta rectangular. Más tarde, tras la Guerra dels Segadors en el siglo XVII, se reformó y le añadieron un nuevo anexo.



Odèn es un municipio típicamente rural con masías dispersas por las laderas de sus montañas.

Vista general del castillo de Odèn y de la iglesia de Santa Cecilia. La subida al castillo se realiza en unos cinco o diez minutos. Puede visitarse perfectamente en familia.
















Las pequeñas montañas conocidas como montserratinas son todo un espectáculo porque ofrecen a este paisaje agreste un toque singular.








Ubicación geográfica

 
Visita: 08/2016

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