Londres: Día 2
Empezamos el segundo día con una pequeña sorpresa: el desayuno. No imaginaba que, en el precio final del hotel, entrase un desayuno inglés y, además, buffet libre. Huevos revueltos, salchichas, pan tostado, bacon, pescado rebozado, alubias dulces, mermeladas, zumos, té... ¡y podías repetir! Creo que mi estómago no hubiese aguantado muchos días seguidos un desayuno como éste.
Así que, con energías para toda la mañana, nos dirigimos hacia Regent's Park, donde vimos, básicamente, los Queen Mary's Gardens. Los parques en otoño también tienen su encanto, a pesar de las hojas caídas y de la escarcha que hay en la hierba a primeras horas de la mañana.
A continuación, bajamos hasta Baker Street para ver el Museo de Sherlock Holmes. La casa y la tienda de recuerdos apenas se distinguen del resto de edificios, pero la visita vale mucho la pena si eres fan del personaje. Por unas escaleras estrechas se accede al primer piso, donde hay una recreación de la sala de estar y de la habitación de Sherlock Holmes. Es una estancia realmente pequeña, en la que se condensan un montón de objetos reconocibles, como la maleta de médico de Watson, los tubos de ensayo químicos, el violín, el típico sombrero de detective, o la lupa y la pipa de Holmes. En el segundo piso se nos muestra otra reproducción de objetos, esta vez aquellos objetos aparecidos en los relatos de Arthur Conan Doyle, como los bustos de Napoleón, por ejemplo. En el tercer y cuarto piso, reservados a exposiciones temporales, habían reproducidos, a tamaño normal, personajes de los relatos.
Museo de Sherlock Holmes
Royal Academy of Arts
Royal Academy of Arts
Terminada la visita, paseamos por la bulliciosa Picadilly Street con la intención de llegar hasta el Palacio de Buckingham para ver el famoso cambio de guardia. Por el camino, nos detuvimos un momento en la prestigiosa Royal Academy of Arts. El cambio de guardia es una de las mayores atracciones londinenses. Llegamos con el tiempo justo, así que nos tocó observarlo desde la distancia, pues estaba abarrotado de gente. Entre el frío que hacía y la lentitud del evento (creo que dura una hora), nos fuimos antes de que terminara. No me lo imaginaba tan aburrido, la verdad, aunque es cierto que es curioso y peculiar.
Bordeando St. James Park, pasamos por delante del palacio St. James, una de las residencias reales más antiguas de Londres, y caminamos por la calle Pall Mall, donde antiguamente, en el siglo XIX, había prestigiosos clubs de caballeros. Algunos de ellos aún subsisten hoy en día, como el Athenaeum, el Royal Automobile Club o el Reform.
Pall Mall
St. James Palace
St. James Palace
Después de comer en Trafalgar Square, cogimos el metro dirección Pimlico, para visitar la Tate Britain, uno de los museos más importantes de arte británico de la ciudad. A parte de la colección permanente, había una exposición temporal interesantísima, Romantics. Las pinturas de Turner, Constable, Henry Füssli y William Blake son las que más me gustaron.
Tate Britain
Finalmente, nuestra última parada fue el British Museum. Desgraciadamente, no pudimos ver algunas salas porque a la hora que fuimos ya estaban cerradas. Me quedé con las ganas de ver, por ejemplo, las figuritas de las islas cícladas. De todas maneras, me contenté con ver los mármoles del Partenón, la Piedra Rossetta, las momias del Antiguo Egipto o el arte de Mesopotamia. También nos dio tiempo a recorrer las salas dedicadas al arte africano y americano.
Al salir, dimos un paseo por el Soho, lleno de bares y restaurantes.
Al salir, dimos un paseo por el Soho, lleno de bares y restaurantes.
British Museum - Mármoles del Partenón
British Museum - Vasos griegos de figuras rojas y negras
4 comentarios:
Un día bien completo. Yo no podía con los desayunos ingleses del hotel; no estoy acostumbrado a meter al cuerpo a primera hora de la mañana esa ingente cantidad de cosas, jeje. Así que un zumo y poco más, y en marcha. :)
Los parques de Londres son espectaculares, el Regent's o el mismo Hyde Park (¡aunque qué frío pasaba en ellos!)
¡Qué pintaza el museo de Sherlock Holmes! La verdad es que me habría gustado verlo, pero bueno, queda para una futura visita.
El cambio de guardia siempre está abarrotado, sea la época del año que sea. Está curioso, pero como bien dices tampoco tiene nada del otro mundo.
Yo también me quedé sin ver ciertas salas del British por reforma. ¡Curiosamente una que me interesaba mucho también era la de las Cícladas, un estilo de arte que me fascina, y estaba cerrada! Menos mal que me pude resarcir este verano, en el museo de arte cicládico y el museo arqueológico de Atenas.
Yo al principio desayunaba bien, pero el último día ya se me hizo demasiado pesado. Lo que me sorprendió es que hubiera ese desayuno por el precio que pagué.
Jajaja, sí, la verdad es que hacía un montón de frío. Yo sólo tuve un poco de frío en los pies; iba bien abrigada, además de bufanda, guantes y gorro. Además, pillamos unos días muy buenos, porque dos días después los aeropuertos de Londres ya estaban cerrados por la nieve.
Vaya, qué suerte que pudiste ver las figuritas cicládicas en Atenas. A mí también me gustan mucho :)
Magníficas fotos...dignas de una guía de viajes...gracias!
¡Gracias a ti por escribir! Me alegro de que te hayan gustado :)
Publicar un comentario