Retos literarios 2014: nos gustan los clásicos

1/04/2014 Beldz 8 Comments


Nunca he sido muy partidaria de los retos literarios. Soy de las que opina que cada lectura tiene su momento determinado. Escogemos un libro u otro según cómo nos sintamos aquel día. No obstante, este año he decidido crear un reto propio, y participar en otro que he visto. Un nuevo año que brinda nuevas lecturas. Y los retos están más vivos que nunca. Son muy populares. A ver qué os parece éste que os propongo. Se trata de leer un clásico del siglo XIX cada mes. Serían doce en total a vuestra elección. Sin ataduras. Cogéis el que os apetezca. Yo iré actualizando esta misma entrada cada vez que termine uno, así veréis los que he escogido. ¿Os animáis?


1. E.T.A. Hoffmann: El hombre de la arena y otras historias siniestras (1817)

E.T.A. Hoffmann es, junto a Heinrich von Kleist y Novalis, uno de los escritores del Romanticismo alemán que más me llama la atención. Su estilo irónico, satírico y profundo, le granjeó un gran éxito. Influenció a autores de la talla de Edgar Allan Poe y Téophile Gautier; y a compositores como Schumann, Wagner o Donizetti. En El hombre de la arena y otras historias siniestras se reúnen algunos de sus relatos más inquietantes y sobrenaturales. El que da nombre a la recopilación es una obra maestra de ambiente gótico y terrorífico. Un relato que se enmarcaría dentro del Romanticismo negro: algo plácido se transforma en grotesco, diabólico e intensamente psicológico. También se incluyen otros relatos de corte fantástico, como Vampirismo, El huésped siniestro, La iglesia de los jesuitas de G. o La marquesa de la Pivardière.

2. Alphonse Daudet: Tartarín de Tarascón (1871)

Alphonse Daudet fue un reconocido escritor francés, nacido en Nîmes en 1840. Su Provenza natal le inspiró un excelente conjunto de relatos, publicados en 1866 bajo el nombre de Cartas desde mi molino. Cinco años después escribió su obra más conocida: Tartarín de Tarascón. Su personaje mítico. Con una prosa irónica, caricaturesca, y llena de ternura y sencillez, Daudet nos presenta a un hombre soñador, romántico, mentiroso, cazador, deseoso de aventuras. Tartarín supone una lectura fascinante, alegre, soleada, optimista, cercana. Por suerte, he tenido la oportunidad de leer la traducción al catalán que hizo de la obra Santiago Rusiñol, escritor y pintor, amigo de Alphonse Daudet y de su hijo León. Un clásico francés de lectura imprescindible.

3. Wilkie Collins: El hotel encantado (1878)

Wilkie Collins es el maestro de la literatura de misterio decimonónica. Sabe cómo mantener el suspense hasta el final. Sus historias están bien construidas, sus personajes poseen profundidad psicológica y los ambientes de la mayoría de sus novelas son lugares con una atmósfera brumosa e inquietante. El hotel encantado, publicado en 1878, es un relato bastante corto, pero intenso, y totalmente recomendable. La acción se sitúa en Inglaterra y en un palacio veneciano convertido en hotel. Una muerte y unos extraños sucesos sobrenaturales serán los que impresionen y desconcierten a los protagonistas de esta historia. Un clásico de la literatura de fantasmas que está a la altura de las grandes novelas de Wilkie Collins.

4. Louisa May Alcott: Un cuento de enfermera (1865)

Louisa May Alcott, la autora de la célebre Mujercitas, ejerció como enfermera durante la Guerra de Secesión. Sus experiencias como enfermera las recopiló en unas cartas que más tarde publicó bajo el título de Apuntes del hospital. A partir de ahí empezó su carrera como escritora. En Un cuento de enfermera, la autora utilizó de nuevo el mismo tema para crear una historia de misterio en la que se mezclan el amor, la venganza, el odio, los celos y los engaños. Kate Snow, la protagonista, será contratada para cuidar a la hija pequeña de la familia Carruth, Elinor, que sufre una enfermedad mental hereditaria. Allí se sumergirá en una espiral de intrigas que obtendrán su resolución en un final sorprendente. Como nos cuentan en la sinopsis, esta novela de intriga cuasi policial sobre la maldición de una estirpe recuerda algunas de las mejores páginas de Wilkie Collins, las hermanas Brontë o Jane Austen. Y estoy totalmente de acuerdo.

5. Guy de Maupassant: Bel-Ami (1885)

¿Hasta dónde puede llegar nuestra ambición? Georges Duroy, el protagonista de esta historia, lo sabe muy bien: hasta la misma cima del mundo. Y eso es lo que se propone, llegar hasta la clase alta de la sociedad parisiense de finales del siglo XIX... a través de las mujeres. Sí, sabe perfectamente que es a través de las mujeres como se llega más deprisa. Partirá corazones, repartirá desprecio, abusará de la confianza de sus amigos; su vanidad le ayudará a derrumbar todos los obstáculos. Y todo ello lo conseguirá gracias a un encuentro casual con un antiguo compañero del ejército, Charles Forestier, que le sacará de su miseria para convertirlo en el brillante periodista de La Vie Française. En Bel-Ami, Guy de Maupassant ha construido una novela de lectura rápida y amena que muestra uno de los lados más despreciables del ser humano. Es inquietante, por la actualidad del tema, e indigna, por el rumbo que van tomando algunos acontecimientos. Un libro recomendable para conocer los entresijos de una clase social adinerada; pero, sobre todo, para aprender que el camino de la ambición está plagado de desdicha.

6. Alessandro Manzoni: Historia de la columna infame (1840)

La novela más famosa del milanés Alessandro Manzoni (1785-1873) fue Los novios, una obra cumbre de la literatura italiana. En un pasaje de esta novela se describe el brote de peste que asoló Milán en 1630. Manzoni investigó ese cruel episodio y descubrió un hecho sorprendente que plasmó en un librito a parte titulado Historia de la columna infame. Resulta que se acusó, sin demasiado fundamento, a varias personas de ser ungidores, es decir, de untar las paredes de las calles con una sustancia tóxica para aumentar aún más la mortalidad. El juicio no fue justo y el derecho no se aplicó como tenía que aplicarse. Los acusados sufrieron todo tipo de torturas y, uno de ellos, tuvo que ver cómo quemaban su casa y construían, en su lugar, el símbolo de su vergüenza: una columna que recordaría, durante dos siglos, los hechos ocurridos. Algunos antepasados de Manzoni recuperaron este acontecimiento para criticar el sistema establecido, pero fue el escritor milanés el que le dedicó íntegramente un libro. Esta Historia de la columna infame es apasionante, pero bastante ardua de leer. Mezclada con la narración de los hechos se hallan nociones de derecho y referencias a antiguas leyes y sucesos que hacen difícil su lectura. No es una novela; es la exposición de un caso ocurrido realmente en el siglo XVII.

7. Arthur Conan DoyleLos recuerdos del Capitán Wilkie (entre 1883 y 1898)

A Arthur Conan Doyle se le conoce principalmente por ser el creador del detective-consultor más famoso del mundo: Sherlock Holmes. Pero este médico reconvertido en escritor también fue autor de otras novelas interesantes, como Sir Nigel, Las aventuras del Brigadier Gerard o El mundo perdido, y de un sinfín de relatos. Bajo el título Los recuerdos del Capitán Wilkie se agrupan once cuentos de diversa índole que nos muestran la habilidad de Conan Doyle para inventar historias diferentes: nos traslada desde los extravagantes recuerdos de un cochero en el Londres victoriano hasta el lejano oeste, donde la codicia separará a dos buenos amigos. Como toda antología, hay relatos más amenos que otros; pero, en general, están bien escritos, nos hacen pasar un buen rato y nos muestran la otra vertiente literaria de Conan Doyle, más desconocida, pero también interesante.

8. Charlotte BrontëJane Eyre (1847)

Jane Eyre es una de las mejores novelas de la literatura universal. Es de aquellas que dejan huella en el corazón de los lectores; no sólo en los de aquella época, sino también en los de la nuestra y, con toda seguridad, en las de las generaciones venideras. Fue un éxito cuando se publicó en 1847 porque superaba los convencionalismos del género. Sus ingredientes góticos fascinaban: alusiones frecuentes a la muerte y al más allá se mezclaban con escenas de posibles apariciones. Tampoco faltaban los cielos tormentosos, los cementerios y, sobre todo, la dramática suerte de la protagonista. Jane Eyre es un drama de grandes dimensiones, absorbente y fascinante. La prosa de Charlotte Brontë nos envuelve de melancolía, pero también de esperanza y fe en la superación. Acompañad a Jane en sus desventuras. Aprended de su forma de ser, de sus pensamientos, de sus reflexiones. Dejaos rodear también por su visión del amor. Leed este clásico imprescindible de la literatura inglesa. Os encantará.

9. George Sand: Lavinia (1833)

Amandine Aurore Lucile Dupin, el verdadero nombre de George Sand, fue una gran mujer de su tiempo. Se relacionó con Franz Liszt, Delacroix y Flaubert, además de ser amante de Alfred de Musset y de Chopin. Aunque su vida amorosa era muy conocida, fue también su faceta como escritora la que le reportó un éxito inmediato en los círculos literarios. Lavinia, un pequeño relato que escribió en 1833, y que nosotros podemos leer gracias a la edición de Periférica, fue una de las primeras novelas de George Sand. En ella, la autora despliega con maestría su conocimiento de las pasiones humanas: una joven de origen portugués se reúne con su primer amor, un aristócrata inglés que la abandonó años atrás. Este reencuentro aflorará sentimientos antiguos y creará una situación inesperada en el corazón de ambos. Como nos cuentan en la sinopsis, Sand ya conocía el lenguaje del amor, sabía todo lo que encierran las declaraciones, los juramentos, las cartas, los gestos, la impaciencia, los silencios. Una historia con ingredientes universales que gustará a los que busquen una novela corta con una narración delicada ambientada en el siglo XIX.

10. Heinrich von Kleist: Michael Kohlhaas (1810)

A Heinrich von Kleist se le conoce más por su trágico suicidio que por su obra literaria. Este gran escritor del Romanticismo alemán fue un incomprendido en su época; por eso, por su escaso éxito, decidió suicidarse junto a su compañera Henriette Vogel un 21 de noviembre de 1811 a orillas del lago Wannsee. Su muerte fue la culminación de su ideario. Pero por suerte, su obra se rescató a lo largo del siglo XX. Una obra romántica, de tono trágico y melancólico. En Michael Kohlhaas, una novela ambientada en el siglo XVI, apreciamos todas estas características del período romántico, además de la lucha por el honor perdido. Michael Kohlhaas es un comerciante de caballos que, al encontrarse con una barrera que antes no existía en las cercanías de un castillo, pide permiso a su señor para franquearla. Éste, sin embargo, no le pondrá las cosas fáciles. A partir de este encuentro la vida de Kohlhaas se convierte en una vorágine infernal que acaba en tragedia. ¿Qué podíamos esperar de Heinrich von Kleist? Michael Kohlhaas es una obra dramática donde el honor y el deshonor, la justicia y la injusticia, son el tema principal. Si aún no os habéis iniciado en la magnífica prosa de Kleist, Kohlhaas es una buena opción.

11. Elizabeth Gaskell: La prima Phillis (1864) 

Una de las novelistas inglesas más famosas de la época victoriana fue Elizabeth Gaskell (1810-1865). Aunque ahora sus obras más conocidas son Norte y Sur y Cranford, escribió otras en las que también retrató la sociedad de su tiempo, como Mary Barton, Esposas e Hijas o La prima Phillis, una novela de apenas 176 páginas que retrata la vida idílica del campo. Este pequeño relato es encantador; un tesoro para los amantes de los clásicos literarios. Elizabeth Gaskell nos ofrece una prosa pausada, envuelta de calidez y bondad. Todo empieza cuando Paul Manning llega a la pequeña población de Eltham como ayudante del ingeniero del ferrocarril -un elemento que aparece constantemente en las novelas victorianas y que aquí tiene una gran importancia, principalmente por la modificación que supone en el paisaje y en las vidas de la gente de Inglaterra-. Allí conoce a unos familiares que viven en el campo, un lugar regido por la tranquilidad de las labores agrícolas. Será por su prima Phillis, una muchacha cultivada y sensible, por quien sentirá más fascinación. Este idilio campestre, sin embargo, se verá alterado por la introducción de otro personaje que provocará una situación dolorosa en el terreno del amor. Aunque la historia narrada por Gaskell propone temas universales -es una historia de amor, de iniciación y de paso a la madurez-, es su escritura la que hace de esta novela un libro especial: es sensible, sencilla, descriptiva e inteligente, reveladora del alma humana. Creo que La prima Phillis es una pequeña novelita a descubrir, que se lee en un suspiro. Aunque muchos le podrían criticar su extrema sencillez en la historia expuesta, a mí es precisamente la manera de narrar su sencillez la que me resulta agradable. ¡Os recomiendo su lectura! Espero que os guste si no la habéis leído.

12. Margaret Oliphant: La puerta abierta (1882)

El último libro de mi reto de clásicos es un relato de fantasmas. Nada menos que de Margaret Oliphant (1828-1897), una gran escritora de historias de fantasmas victorianos, admirada incluso por M.R. James.  En La puerta abierta, Margaret nos rodea de un ambiente melancólico en el que predomina la voz de un espectro escondido en las ruinas (un elemento de tradición gótica) de una antigua casa. Sería difícil describir el argumento sin desvelar alguna cosa importante de la trama. Como buen relato de terror decimonónico, pero ya con toques modernos, encontraremos lo sobrenatural que afecta a todos los personajes, el estremecimiento de lo desconocido y la ambientación romántica y nocturna. Una historia digna de ser leída y descubierta por su bonita prosa y su acertada descripción de los acontecimientos. Sobrecogedora y sentimental.




El segundo reto también es interesante y fácil de cumplir. Lo he visto en Gecko Books y se trata de sumergirse en la literatura rusa. Hay tres tipos de modalidades: la fácil, leer hasta tres libros; la moderada, leer hasta seis libros; y la difícil, leer más de seis libros. La literatura rusa es un gran tema que tengo pendiente. ¡Al menos ahora, con este desafío, podré obligarme a darle una oportunidad! Es asequible y seguro que nos brindará muchas horas de diversión. Yo, sin duda, empezaré por los grandes clásicos. ¡Animaros también a participar!


¡Qué lástima! ¡Sin cumplir!

8 comentarios:

Raistlin dijo...

Vistos los resultados del año anterior y lo que me espera este año, en 2014 voy a ser muy prudente con los retos xD
them
Me he apuntado al de Dragonlance (6 libros en todo el año) y al de los premios Hugo de Gecko Books, donde uno de los alicientes es que no hay fecha de fin xDD Cosas asequibles, creo.

El de literatura rusa me llama mucho la atención porque yo también la tengo pendiente, pero no va a poder ser. Prefiero no agobiarme este año con muchos objetivos relacionados con los hobbies, y ya veremos lo que va saliendo :)

Beldz dijo...

Ya te comenté que no soy muy amiga de los retos. Pero como todo el mundo se apunta o crea de propios, me ha picado el gusanillo. Estos dos retos los encuentro muy asequibles para mí, así que no tendré presión :)

Pues entonces sí que es un buen aliciente que no haya fecha de fin en el de los premios Hugo. Ese seguro que lo acabas cumpliendo, jeje.

Maribel dijo...

Desde luego son unos retos muy apetecibles. El único al que me he apuntado es para "obligarme" a reseñar una novela al mes, pero si tuviera más tiempo me apuntaría a uno de los tuyos, o a los dos ;)

Beldz dijo...

Muchas gracias por tu comentario, Minea, y bienvenida ;)

Por supuesto, cada uno se apunta a los retos que cree que le van a dar tiempo. El de una novela al mes es muy fácil de cumplir :)

Ona dijo...

Ay, los retos...! Aquí otra que no suele caer en la tentación... porque luego no soy constante. Aún así me parece que los retos que planteas, Beldz, son muy interesantes: clásicos y los amados rusos... Bueno, lo consultaré con Dostoievski... a ver qué dice :) En todo caso seguiré tus comentarios acerca de tus lecturas. Un abrazo!

Beldz dijo...

Ya te comenté que los rusos son una asignatura que tengo pendiente desde hace mucho tiempo. Así que cuando vi este reto, pensé que ahora había llegado mi oportunidad. ¿Alguna sugerencia? ¡Estoy segura de que será bueno todo lo que me recomiendes!

Hasta pronto :)

Ona dijo...

Ufff... una estepa de sugerencias te daría, ja, ja, ja... pero ya sabes que eso de los gustos es tan sumamente personal... Yo soy devota de Dostoievski y creo que todas sus obras son imprescindibles, pero una cortita y deliciosa que creo que te encantaría es "Noches Blancas". De Ivan Goncharov te diria su novela "Oblomov".De Gogol "Almas muertas"...

Bueno, venga... decidido: me apunto al reto !

Beldz dijo...

¡Apunto! Creo que Dostoievski es uno de los rusos que más me gustan. Precisamente "Noches blancas" lo he leído, y es uno de mis relatos favoritos. De los que citas, el único que no me suena es Goncharov.

¿Entonces te apuntas al reto de los autores rusos? Es muy sencillo. Puedes escoger los libros que quieras. El reto consiste en que este año debes leer, como mínimo, tres libros de autores rusos. A partir de ahí, puedes ir aumentando la lista.