El Santuari de Lord, un paraje excepcional en el Prepirineo catalán

5/06/2015 Anna 2 Comments


¡Qué difícil me resulta escribir algo en esta ocasión! Por más que pienso en un inicio, no me salen las palabras. Contemplo las fotografías y en mi interior se remueven las emociones; sin embargo, es tanto el sentimiento que para mí guardan estas imágenes, que mis manos son incapaces de teclearlo. En ellas se acumulan mis años de infancia y también los de una buena parte de mi madurez. Entre estos paisajes he sido feliz. He visto salir el sol infinidad de veces entre estos árboles; he visto cómo les resbalaba la lluvia o se tapaban con nubes negras. He visto cómo el fuego quemaba sus ramas. He jugado con ellos. En estos bosques he pasado los años más bonitos de mi vida, porque no tenía ninguna preocupación. Mi mente de niña era libre. Por eso, os enseño este rincón del mundo con una ilusión especial. Imagino que os estaréis preguntando dónde se sitúa este paraje excepcional. Pues sí, en Catalunya, donde vivo. Y más concretamente en el prepirineo, en la comarca del Solsonès y en el término municipal de Sant Llorenç de Morunys (mirad el mapa de abajo para situaros mejor). Esta comarca tiene joyas naturales que son ideales para los excursionistas y los apasionados por el deporte de montaña. Una de ellas, que puede hacerse perfectamente en familia, es la que os traigo hoy: la del Santuari de Lord. ¡Desde este santuario se aprecian unas vistas impresionantes sobre todo el valle! Está situado en una montaña que se llama Mola de Lord (de ahí el nombre del santuario), un monte de unos 1.200 metros de altura desde el cual se puede ver el embalse de la Llosa del Cavall (uno de los atractivos de esta excursión). En este envidiable lugar, no es de extrañar que se construyera un santuario, documentado ya desde finales del siglo X. Era perfecto como centro eremítico y de meditación, por eso en el siglo XVI se estableció la primera comunidad de monjes dominicos. La iglesia fue reformada notablemente, incorporando un nuevo presbiterio, seis capillas laterales y una hospedería. Sin embargo, esa no es la iglesia que contemplamos hoy en día. Las guerras carlinas la destruyeron y fue gracias a la iniciativa posterior del industrial Esteve Monegal que se construyó una nueva entre 1867 y 1870 de características neoclásicas: es de una nave cubierta con bóveda de cañón y con capillas laterales entre los contrafuertes. Tanto su fachada como su campanario son de una gran austeridad. La ornamentación se reduce al retablo, fabricado en el año 1901 por J. Riera Casanovas, y en el cual se ubica la talla de la Virgen con el niño.

Llegar al santuario no es complicado, pero sí intrincado, por las curvas que hay. ¡Abstenerse los que se marean! Hay dos opciones: se puede llegar desde Solsona o desde Berga. La carretera de Berga a Sant Llorenç de Morunys es la que más mareos puede provocar, pero su recorrido es precioso. Una vez llegados al pueblo de Sant Llorenç hay que seguir las indicaciones y luego aparcar el coche en una pequeña explanada y... ¡a subir a pie! Porque el santuario es inaccesible en coche. Se tarda unos veinte minutos en subir, dependiendo del estado físico de cada uno, claro. ¡Acompañadme a continuación y lo veréis!

Empezamos a subir el camino. Los monjes que vivían (y que viven aún) en el santuario, se abastecían mediante un sistema de poleas, a través del cual subían los alimentos de primera necesidad. Aún hoy se utiliza este medio de transporte y en alguna ocasión puede verse en funcionamiento desde la explanada del aparcamiento.



Desde hace poco, han empezado a remodelar el camino añadiendo estas baldosas para facilitar el acceso a los visitantes. En mi opinión, le quita todo el encanto al camino de piedras naturales. Este trayecto hasta el santuario también era utilizado por los penitentes o por los que habían realizado alguna promesa que se había cumplido. Dentro de la iglesia había exvotos de cera que la gente ofrecía agradecidos a la Virgen. Desgraciadamente, los quitaron hace escasos años.


Un cañón conmemora el episodio de las guerras carlinas.




El retablo es el elemento ornamental que más llama la atención. Como he dicho, fue construido a principios del siglo XX. En el tabernáculo se sitúa la estatua de la Virgen de Lord con el niño (se puede subir hasta él desde atrás), flanqueados por Sant Llorenç y Sant Esteve. Las pinturas de las paredes laterales (disculpad que no puedan apreciarse bien en esta fotografía) son del pintor Lluís Masriera (1923).






Hasta ahora hemos visto la subida al santuario por el camino principal. Pero hay otro, que puede hacerse de bajada, y que constituye todo un deleite para la vista. ¡No hace falta que os diga por qué! Juzgad vosotros mismos. Es una ruta de senderismo espectacular, de aquellas que no deja indiferente, y desde la que se aprecia la montaña del Port del Comte, el Codó, el pantano de la Llosa del Cavall y la sierra de Busa-Bastets-Lord. Esta ruta se conoce también como camino de Sant Jaume y desde el santuario se accede a ella a través de una verja de hierro. El camino tiene tramos abiertos y luminosos, y tramos oscuros en los que la naturaleza te envuelve por completo. Es todo un espectáculo si hace buen tiempo. Y lo mejor es que por el camino, si en un determinado momento, te desvías hacía la derecha, llegas a unas cuevas en las que los antiguos habitantes de la región podían refugiarse. Incluso aún hoy resguardan las ovejas. ¡Disfrutad del camino y nos leemos en mi próxima aventura!

Dejamos atrás el santuario para sumergirnos de lleno en el camí de Sant Jaume.




















Ubicación geográfica


Visita: 02/05/2015

* Todas las fotografías han sido tomadas por mí. Si quieres reproducir alguna de ellas, por favor, contacta conmigo a través del formulario de contacto. ¡Gracias!
 

2 comentarios:

Raistlin dijo...

¡Qué pasada de fotografías Beldz!

Las vistas son impresionantes, desde luego, y sumado al componente sentimental-nostálgico, seguro que hacen de él un lugar mágico :)

Anna dijo...

¡Me alegro de que te hayan gustado! Es cierto lo que dices, como tengo tantos recuerdos acumulados de este lugar, aún se hace más especial. De todas maneras, tanto si has estado aquí como si no, ya se ve que vale mucho la pena visitarlo. ¡Y más en un día como el que nos hizo a nosotros!

Muchas gracias por pasarte a comentar :)