Literatura medieval: La Aventura de la Fuente
La Bretaña francesa ha sido, desde siempre, un lugar ligado a las leyendas celtas y artúricas; un lugar legendario que fue el referente de algunos autores medievales a la hora de componer sus maravillosos y fantasiosos poemas. Buena muestra de ello fue Chrétien de Troyes -poeta en la corte de María de Francia y, posteriormente, en la de Felipe de Alsacia- que se inspiró en la tradición céltica y en la llamada "materia de Bretaña" para componer uno de sus más bonitos y aclamados poemas: "Yvain o El Caballero del León".
La Aventura de la Fuente es uno de los capítulos centrales de este roman. Calogrenant, caballero de la corte del rey Artús, relata el día en que, en busca de aventuras, se topó con una majestuosa fuente en el bosque de Brocéliande. Al derramar agua sobre su grada, se desencadenó una gran tormenta "tan mala y tan fuerte que cien veces creí morir por los rayos que caían a mi alrededor y por los árboles que se abatían"; y cuando amainó, oyó a lo lejos la llegada de un caballero armado, que no era otro que el custodio de la fuente. Allí se enfrentaron ambos con bravura: "Le di el golpe más fuerte que podía asestar, pues no me faltó el valor, le alcancé en la boca del escudo; puse en ello todas mis fuerzas y mi lanza voló hecha pedazos mientras la suya quedaba entera, ya que no era ligera y a mi parecer pesaba más que cualquier lanza de caballero, pues nunca había visto otra tan gruesa. El caballero me golpeó tan fuerte que me derribó de la grupa del caballo dejándome tendido en tierra, avergonzado y humillado". Ante el relato de Calogrenant, Yvain desea vengar la humillación de su primo, yendo a la fuente y derrotando a su custodio, cosa que desencadenará toda la obra. Pero esta aventura tiene unas claras referencias anteriores a Chrétien de Troyes, las cuáles son recogidas y explicadas por Isabel de Riquer -la autora de la introducción y traducción de El Caballero del León en la edición de Alianza Editorial- en el prólogo, que yo paso a transcribir a continuación:
"El origen del episodio de la fuente, su grada y la provocación de la tempestad es una de las cosas más claras y más seguras en la génesis de El Caballero del León. Respecto al bosque de Brocéliande, Wace (poeta anglo-normando de mediados del siglo XII, de cuyas obras -el roman de Brut y el roman de Rou- se inspiró Chrétien de Troyes) explica lo siguiente en su Roman de Rou empezado en 1160: "Brocéliande, del que tan a menudo hablan los bretones, es un bosque muy grande y muy famoso en Bretaña. La fuente de Barenton está al lado de una grada. Cuando tenían mucho calor, los cazadores solían ir a Barenton para coger agua en sus cuernos de caza y derramarla sobre la grada, y con ello hacían llover. Así se hacía, en otros tiempos, llover en el bosque y en los alrededores, pero no sé cuál era el motivo de esto. Si los bretones nos dicen la verdad, allí solían verse hadas y muchas otras cosas maravillosas. (...) Fui allí en busca de estas maravillas: vi el bosque y vi la tierra; busqué maravillas, pero no las encontré. Necio vuelvo, pues como un necio fui; si como un necio fui, como un necio vuelvo. Busqué necedades y por ello me tengo por un necio". La prueba de que Chrétien tenía ante sus ojos este pasaje de Wace, la da él mismo al acabar el relato de Calogrenant de la fracasada Aventura de la Fuente con estos versos: "Así fui y así vuelvo y al regresar me tengo por un necio; os he contado lo que ha sucedido y nunca debí hacerlo". Lo que le contaron los bretones a Wace acerca de las especiales características de esta fuente aparece también ampliado y novelizado en dos relatos galeses: Manawyddan, hijo de Llyr, que parece que puede pertenecer a la segunda mitad del siglo XI, y Owein y Lunet ya del siglo XII. Recoge, pues, Chrétien la información de Wace, y quizás otros relatos de ambiente céltico y procede a una auténtica recreación del tema central que desencadenará todas las aventuras de El Caballero del León. La fuente de Brocéliande existe todavía hoy y está situada en el bosque de Paimpont, a unos cuarenta kilómetros de Rennes. Chrétien, en su roman, la localiza en la Gran Bretaña y no en la Pequeña y Continental, ya que Yvain parte de la corte del rey Artús, en Carduel de Gales y a los tres días siempre cabalgando y sin que se haga mención alguna a travesía marítima, llega a la fuente, y lo mismo ocurre en las otras visitas que se hacen en el roman a Brocéliande. Nada impide creer que Chrétien ignorara a ciencia cierta la localización del bosque o no le interesara mantener una exacta puntualización geográfica en el roman. A excepción del Cligés en el que aparece una geografía conocida, en sus otros romans los itinerarios de los caballeros de la Tabla Redonda, los castillos y los lugares por donde pasan, están siempre situados dentro de lo imaginario y es inútil ceñirlos a un mapa, pues los dominios del rey Artús no tienen otros límites que los de la fantasía".
- Para más información:
Pays Touristique de Brocéliande
Lectura grupal de "El caballero del león" en Sedice.com
6 comentarios:
ey, muy buen blog.
te sigo ok?
Edad Media...vamos por la misma linea.
Muchas gracias Ceridwen. Tu blog también tiene muy buena pinta. :)
Muy buena entrada.
Impacientes Saludos.
¡Muchas gracias! ;)
No se ve bien el blog en el navegador Chrome
Se ve todo bien excepto las letras del principio de esta entrada... qué extraño. Intentaré cambiarlas, quizá no es compatible. :S
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