Entre lo sagrado y lo profano. El Renacimiento en Prato.
TÃtulo: Entre lo sagrado y lo profano. El Renacimiento en Prato
Lugar: CaixaForum, Barcelona
Fecha: Del 19/06 al 28/09 del 2008
"La exposición "Entre lo sagrado y lo profano. El Renacimiento en Prato" presenta una selección de 59 obras maestras. Los lienzos provienen del Museo Civico di Prato, que, gracias a la restauración y adecuación museÃstica del Palazzo Pretorio, quiere dar la oportunidad de contemplar sus tesoros fuera de su contexto habitual. Comisariada por Maria Pia Mannini y Cristina Gnoni Mavarelli ofrece un recorrido por la pintura, en tiempos del famoso mercader de Prato Francesco di Marco Datini, durante la época dorada de su actividad económica -entre mediados del siglo XIV e inicios del siglo XV- hasta llegar a los mecenazgos de los Médici, repasar los ejemplos más importantes de la pintura del Seicento y las obras del Settecento influidas por maestros del Renacimiento más alejados. Y es que la cultura artÃstica de Prato es extremadamente variada y está marcada por la presencia de importantes talleres que consiguieron dejar una profunda huella en las generaciones de artistas que se sucedieron a lo largo de los siglos. El recorrido sigue una secuencia cronológica que parte del siglo XIV con una predela de cinco plafones que representa, en siete escenas pintadas por Bernardo Daddi, las historias del CÃngulo sagrado, la importante reliquia de Corsino conservada en la catedral de Prato, sÃmbolo de la comunidad civil y religiosa de la ciudad."
Partiendo de esta atrayente premisa fui a ver la exposición pocos dÃas antes de su cierre. Mis conocimientos sobre esta determinada época tienden a ser bastante limitados, pues no es mi especialidad ni mi interés principal, pero al saber que se exponÃan obras de Fra Filippo Lippi, alguna que otra de Donatello y, para que engañarnos, siendo una exposición gratuita, sólo quedaba una opción: sacar tiempo para visitarla.
La exposición se centraba en los "tesoros" o obras maestras del museo CÃvico de la ciudad de Prato, localidad situada en la Toscana, cerca de Florencia. Como sabemos, esta región vivió el resurgimiento de una cultura clásica, interrumpida por la Edad Media, que provocó un florecimiento de las artes, principalmente en Roma, Florencia, Venecia y Siena, entre otras. Una de ellas, entonces, fue Prato; ¿qué nos dicen de esta localidad?: "fue precisamente en esta época que tenemos que asociar la prosperidad de los campos, con la construcción de villas y de castillos por parte de las familias nobles, la introducción de sistemas innovadores de cultivo y el desarrollo de la industria y del comercio, especialmente de los tejidos de lana. En este sentido Prato fue uno de los centros más activos y prematuros. El gran crecimiento de las actividades industriales y comerciales significó el renacimiento de las diferentes artes, de la literatura a la poesÃa, de la pintura a la escultura, de la arquitectura a la fÃsica, al teatro, etc."
Y cierto es que Prato nos ha legado un arte precioso. Por ejemplo, el "Castillo del Emperador", construido entre 1242 y 1248 por Riccardo da Lentini por encargo de Federico II, es el único ejemplo de arquitectura sueva que hay en la Italia central. Con 8 torres y de planta cuadrada, fue pensado para ser su residencia imperial. Otro monumento destacado es el "Palazzo Datini", la residencia del famoso mercader Francesco di Marco Datini, que alberga actualmente el Archivo del Estado y el Archivo de Francesco Datini. Es de especial importancia, la "Catedral di San Stefano", un ejemplo de arquitectura religiosa del perÃodo románico-gótico (siglos XII-XIV). En su interior se encuentran numerosas obras, entre las cuales destacan los frescos de Fra Filippo Lippi y el púlpito exterior de Donatello y Michelozzo Michelozzi. Asà como la "BasÃlica di Santa Maria delle Carceri" que, tal y como indica el nombre, fue construida sobre los restos de una antigua prisión. El proyecto fue diseñado por Giuliano da Sangallo según el deseo de Lorenzo el MagnÃfico.
En este contexto, que por supuesto es mucho más amplio de lo que yo he presentado anteriormente, se sitúa la exposición y las obras expuestas. Como introducción, habÃan siete escenas pintadas por Bernardo Daddi, llamadas las historias del CÃngulo. Se dice que el CÃngulo era un cinturón usado por la Virgen MarÃa durante su Asunción y entregado a Santo Tomás; hasta que en el siglo XII llegó a Prato y la convirtió en una de sus más preciadas reliquias. Nos sumergimos de lleno en el Quattrocento al llegar a la primera sala; "La natividad entre San Jorge y San Vicente Ferrer" de Fra Filippo Lippi y Fra Diamante, "La Virgen en su trono entre los santos Jeronio, Francisco, Antonio de Padua y LuÃs de Tolosa" de Francesco Botticini, el "polÃptico" de Lorenzo Mónaco, o diversas obras más de Filippo Lippi, como "La Anunciación en presencia de San Giuliano", son las más destacadas.
Entre la primera y la segunda sala, nos deleitaron con diversos tabernáculos de vÃrgenes con el niño, hechos especialmente para la devoción privada, de los que destacaba principalmente la talla de Donatello. A continuación, nos adentramos en la zona dedicada al Cinquecento: "y, en concreto, vemos las pinturas relacionadas más directamente con el mecenazgo de una clase dirigente que siempre fue muy activa y estuvo muy presente en la cultura toscana, ejemplificado en el mercader Francesco di Marco Datini, recordado para la posteridad en la imponente pintura de Ludovico Buti, o en la familia Médici, de la cual se expone el escudo de armas hecho por Giovanni Maria Butteri, y los retratos de "Francesco de Médici" y "Fernando I de Médici", de los artistas Maso da San Friano y Santi di Tito, respectivamente".
En la sala siguiente, podÃamos ver, de manera notable, el cambio formal respecto a las obras anteriores, pues en el Seicento se da un proceso hacia una representación más naturalista mediante el uso de claroscuros y focos de luz, muy utilizado por los seguidores de Caravaggio. Destacaba el "Noli me tangere" de Battistello y diversas obras de Gherardo Honthorst. A continuación, y ya para terminar, la última sala dedicada al Settecento, donde habÃa grandes lienzos en los que destacaba el "estudio de los efectos de la luz artificial en los rostros y las figuras, influidos por la Ilustración y las nuevas ciencias de la visión", como en "La gloria de Santa Catalina de AlejandrÃa" de Francesco Conti. El recorrido terminaba con una obra, "Las exequias de San Esteban", de Alessandro Ferrarrini, ya del siglo XIX, que homenajeaba directamente a Fra Filippo Lippi.
Imágenes:
- "La Natividad", de Fra Filippo Lippi y Fra Diamante
- El Castillo del Emperador
- El Palazzo Datini
- La Cattedrale di San Stefano
- "Anunciación con San Giuliano", de Fra Filippo Lippi
- "Gloria de Santa Catalina de AlejandrÃa", de Francesco Conti
Fecha: Del 19/06 al 28/09 del 2008
"La exposición "Entre lo sagrado y lo profano. El Renacimiento en Prato" presenta una selección de 59 obras maestras. Los lienzos provienen del Museo Civico di Prato, que, gracias a la restauración y adecuación museÃstica del Palazzo Pretorio, quiere dar la oportunidad de contemplar sus tesoros fuera de su contexto habitual. Comisariada por Maria Pia Mannini y Cristina Gnoni Mavarelli ofrece un recorrido por la pintura, en tiempos del famoso mercader de Prato Francesco di Marco Datini, durante la época dorada de su actividad económica -entre mediados del siglo XIV e inicios del siglo XV- hasta llegar a los mecenazgos de los Médici, repasar los ejemplos más importantes de la pintura del Seicento y las obras del Settecento influidas por maestros del Renacimiento más alejados. Y es que la cultura artÃstica de Prato es extremadamente variada y está marcada por la presencia de importantes talleres que consiguieron dejar una profunda huella en las generaciones de artistas que se sucedieron a lo largo de los siglos. El recorrido sigue una secuencia cronológica que parte del siglo XIV con una predela de cinco plafones que representa, en siete escenas pintadas por Bernardo Daddi, las historias del CÃngulo sagrado, la importante reliquia de Corsino conservada en la catedral de Prato, sÃmbolo de la comunidad civil y religiosa de la ciudad."
Partiendo de esta atrayente premisa fui a ver la exposición pocos dÃas antes de su cierre. Mis conocimientos sobre esta determinada época tienden a ser bastante limitados, pues no es mi especialidad ni mi interés principal, pero al saber que se exponÃan obras de Fra Filippo Lippi, alguna que otra de Donatello y, para que engañarnos, siendo una exposición gratuita, sólo quedaba una opción: sacar tiempo para visitarla.
La exposición se centraba en los "tesoros" o obras maestras del museo CÃvico de la ciudad de Prato, localidad situada en la Toscana, cerca de Florencia. Como sabemos, esta región vivió el resurgimiento de una cultura clásica, interrumpida por la Edad Media, que provocó un florecimiento de las artes, principalmente en Roma, Florencia, Venecia y Siena, entre otras. Una de ellas, entonces, fue Prato; ¿qué nos dicen de esta localidad?: "fue precisamente en esta época que tenemos que asociar la prosperidad de los campos, con la construcción de villas y de castillos por parte de las familias nobles, la introducción de sistemas innovadores de cultivo y el desarrollo de la industria y del comercio, especialmente de los tejidos de lana. En este sentido Prato fue uno de los centros más activos y prematuros. El gran crecimiento de las actividades industriales y comerciales significó el renacimiento de las diferentes artes, de la literatura a la poesÃa, de la pintura a la escultura, de la arquitectura a la fÃsica, al teatro, etc."
Y cierto es que Prato nos ha legado un arte precioso. Por ejemplo, el "Castillo del Emperador", construido entre 1242 y 1248 por Riccardo da Lentini por encargo de Federico II, es el único ejemplo de arquitectura sueva que hay en la Italia central. Con 8 torres y de planta cuadrada, fue pensado para ser su residencia imperial. Otro monumento destacado es el "Palazzo Datini", la residencia del famoso mercader Francesco di Marco Datini, que alberga actualmente el Archivo del Estado y el Archivo de Francesco Datini. Es de especial importancia, la "Catedral di San Stefano", un ejemplo de arquitectura religiosa del perÃodo románico-gótico (siglos XII-XIV). En su interior se encuentran numerosas obras, entre las cuales destacan los frescos de Fra Filippo Lippi y el púlpito exterior de Donatello y Michelozzo Michelozzi. Asà como la "BasÃlica di Santa Maria delle Carceri" que, tal y como indica el nombre, fue construida sobre los restos de una antigua prisión. El proyecto fue diseñado por Giuliano da Sangallo según el deseo de Lorenzo el MagnÃfico.
En este contexto, que por supuesto es mucho más amplio de lo que yo he presentado anteriormente, se sitúa la exposición y las obras expuestas. Como introducción, habÃan siete escenas pintadas por Bernardo Daddi, llamadas las historias del CÃngulo. Se dice que el CÃngulo era un cinturón usado por la Virgen MarÃa durante su Asunción y entregado a Santo Tomás; hasta que en el siglo XII llegó a Prato y la convirtió en una de sus más preciadas reliquias. Nos sumergimos de lleno en el Quattrocento al llegar a la primera sala; "La natividad entre San Jorge y San Vicente Ferrer" de Fra Filippo Lippi y Fra Diamante, "La Virgen en su trono entre los santos Jeronio, Francisco, Antonio de Padua y LuÃs de Tolosa" de Francesco Botticini, el "polÃptico" de Lorenzo Mónaco, o diversas obras más de Filippo Lippi, como "La Anunciación en presencia de San Giuliano", son las más destacadas.
Entre la primera y la segunda sala, nos deleitaron con diversos tabernáculos de vÃrgenes con el niño, hechos especialmente para la devoción privada, de los que destacaba principalmente la talla de Donatello. A continuación, nos adentramos en la zona dedicada al Cinquecento: "y, en concreto, vemos las pinturas relacionadas más directamente con el mecenazgo de una clase dirigente que siempre fue muy activa y estuvo muy presente en la cultura toscana, ejemplificado en el mercader Francesco di Marco Datini, recordado para la posteridad en la imponente pintura de Ludovico Buti, o en la familia Médici, de la cual se expone el escudo de armas hecho por Giovanni Maria Butteri, y los retratos de "Francesco de Médici" y "Fernando I de Médici", de los artistas Maso da San Friano y Santi di Tito, respectivamente".
En la sala siguiente, podÃamos ver, de manera notable, el cambio formal respecto a las obras anteriores, pues en el Seicento se da un proceso hacia una representación más naturalista mediante el uso de claroscuros y focos de luz, muy utilizado por los seguidores de Caravaggio. Destacaba el "Noli me tangere" de Battistello y diversas obras de Gherardo Honthorst. A continuación, y ya para terminar, la última sala dedicada al Settecento, donde habÃa grandes lienzos en los que destacaba el "estudio de los efectos de la luz artificial en los rostros y las figuras, influidos por la Ilustración y las nuevas ciencias de la visión", como en "La gloria de Santa Catalina de AlejandrÃa" de Francesco Conti. El recorrido terminaba con una obra, "Las exequias de San Esteban", de Alessandro Ferrarrini, ya del siglo XIX, que homenajeaba directamente a Fra Filippo Lippi.
Imágenes:
- "La Natividad", de Fra Filippo Lippi y Fra Diamante
- El Castillo del Emperador
- El Palazzo Datini
- La Cattedrale di San Stefano
- "Anunciación con San Giuliano", de Fra Filippo Lippi
- "Gloria de Santa Catalina de AlejandrÃa", de Francesco Conti
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