Increíble... ¡Noveno aniversario!

5/27/2015 Anna 1 Comments


¡Quién me iba a decir a mí que llegaría a mantener un blog durante nueve años! Pero sí, aquí sigo, como el primer día. En este último año, este blog ha experimentado una resurrección (podría llamarlo así) desde el día en que cambié su diseño. Puede parecer que no, pero eso me dio ánimos para continuar. Un blog renovado y fresco, actualizado, y con temas nuevos: mis viajes y excursiones. Aquí continuaréis encontrando arte, historia y literatura, además de entradas en las que a través de mis fotografías os enseño los lugares que voy visitando (siempre relacionados con la temática de este espacio, y también de bonitos rincones naturales. Yo soy mucho más de montaña que de playa). Espero que esta pequeña renovación sea de vuestro agrado (si tenéis cualquier sugerencia os agradecería que me lo comentarais) y continuéis pasando por aquí para inspiraros; o para conocer pintores, libros o lugares con encanto. Como siempre digo, doy las gracias infinitamente a todos mis lectores, algunos de los cuales han estado aquí desde el primer día; gracias a los que comentáis, a los que sólo leéis, a los que estáis por llegar. ¡Muchísimas gracias! Aprovecho para recordaros que si os gusta lo que veis y queréis seguirme a través de otras plataformas, podéis hacerlo también en Twitter y en Instagram.

Os dejo con una pintura de Renoir plenamente impresionista. Dos personajes, una mujer con sombrilla y una figura masculina que se agacha para recoger una flor, se ven envueltos por un montón de pinceladas sueltas que forman matorrales, arbustos y plantas. Toques de color emergen por encima del verde, el tono predominante de la composición. Una pintura magnífica y alegre, y muy primaveral.

Renoir 
Mujer con sombrilla en un jardín (1875) 
[Museo Thyssen-Bornemisza]

1 comentarios:

Compras literarias (6)

5/18/2015 Anna 4 Comments


¡Hace un montón de tiempo que no os enseño mis últimas compras literarias! Desde mi última recopilación ya ha pasado más de un año. ¡Increíble! Y veréis que tampoco he publicado antes esta nueva remesa por la sencilla razón de que apenas he comprado libros. Seguro que os parecerá escaso lo que os enseño, pero es lo único que hay... El dinero que tengo lo he tenido que ir invirtiendo en ropa (es lo que tiene el haber adelgazado casi diez kilos, ¡y yo feliz, oiga!). Pero comprar un buen libro también me hace feliz, así que algunos ahorrillos fueron destinados a lo que veréis a continuación. Como tengo poco dinero, mis lecturas actuales (casi todas novelas) provienen principalmente de la biblioteca, una fuente inagotable de sabiduría. Pero, como es evidente, mi biblioteca personal de arte e historia pide a gritos ser aumentada. Este tipo de libros, en la situación en la que ahora me encuentro, sí que me gusta tenerlos siempre en casa. ¿Les echamos un vistazo? Si se encuentran disponibles, los enlazaré con mi librería online, por si os apetece comprarlos.

A Philippe Contamine, un historiador francés especializado en historia militar de la Edad Media, lo tenía pendiente desde hace mucho tiempo. No recuerdo haber leído ningún libro suyo en la universidad, así que decidí ponerle remedio con esta edición de La guerra de los Cien Años que publicó recientemente la editorial Rialp. Este episodio de la historia me parece interesantísimo desde que leí Agincourt, un libro muy ameno y recomendable de Juliet Barker. Pero, como bien dice el título, el libro de Barker sólo comprende un episodio concreto de esta guerra. Yo quería un resumen de toda ella. Y eso es lo que ofrece Philippe Contamine en apenas 144 páginas.

  • La guerra de los Cien Años, de Philippe Contamine: Aunque transcurre más de un siglo entre 1337 y 1453, la expresión Guerra de los Cien Años  pone de manifiesto la extraordinaria duración del conflicto entre Francia e Inglaterra, y la complejidad de sus hostilidades. El autor ofrece un auténtico libro-guion sobre la raíz y desarrollo de esa guerra, que ayudará a entender el final de la Edad Media europea. Nueve ediciones y más de cincuenta mil ejemplares vendidos hablan de su amplia aceptación entre los lectores de historia.
 

¿Qué decir de este libro de Umberto Eco? Lo compré para releerlo. Mi primera lectura, hace ya bastantes años, fue muy favorable. Creo que es un buen libro para el lector no iniciado en este campo de la estética medieval, es comprensible y no demasiado largo. Quizá pueda sorprender que lo haya escrito Umberto Eco, experto en semiótica y más conocido por sus novelas históricas, como El nombre de la rosa, Baudolino o El cementerio de Praga. No obstante, también es especialista en la Edad Media y ha publicado diversos ensayos sobre esta época. Su intención en este libro es, ni más ni menos, que recopilar de una manera comprensible la estética medieval.

  • Arte y belleza en la estética medieval, de Umberto Eco: El concepto de «estética» nace en Europa en el siglo XVIII y, por lo tanto, muchas historias de la estética tomaron en escasa consideración las teorías de la belleza y del arte elaboradas anteriormente. Ahora bien, desde hace más de cincuenta años la actitud de los historiadores ha cambiado y la Edad Media se ha valorizado como una época rica en especulaciones fascinantes sobre la belleza, el placer estético, el gusto, la belleza natural y artificial, las relaciones entre el arte y las demás actividades humanas. En este compendio de las teorías estéticas elaboradas por la cultura del Medioevo, desde el siglo VI hasta el XV de nuestra era, Eco recorre, de forma accesible para el lector no especializado, las etapas de un debate que, a partir de la Patrística y hasta los albores del Renacimiento, presenta aspectos dramáticos y apasionantes, y nos permite entender mejor la mentalidad, el gusto y los humores del hombre medieval.


Me gusta la ópera y la música clásica. No sé de notas ni de entonaciones, pero sí sé lo que me produce: satisfacción. No hay que ser un experto para entender este género musical. Lo que importa es lo que transmite. A mí, a parte de sus melodías y cantos, me gusta conocer la historia de su composición. ¿Qué nos cuenta La Bohème? ¿Cómo se le ocurrió a Schumann su Kreisleriana? ¿Qué vida vivió Beethoven? Por eso quería tener algunos manuales para consultar cuando me apeteciera conocer más a fondo una obra. Creo que estos dos libros cumplen perfectamente con mi intención. Son bonitos, amenos, asequibles y muy bien estructurados. Los ha publicado la editorial Akal y son ideales para los novatos en música clásica. El de Historia de la ópera, de Gabriel Menéndez Torrellas, se inicia en torno al año 1600, cuando nació la ópera con una de sus obras más conocidas, el Orfeo de Monteverdi, y finaliza en el año 2000 con L'amour de loin de Kaija Saariaho. Un epílogo, un glosario, bibliografía e índices de óperas, acompañan a este estupendo libro editado en tapa dura con sobrecubierta.

  • Historia de la ópera, de Gabriel Menéndez Torrellas: Si hay un género musical que levanta pasiones, ése es sin duda la ópera. Poca gente que haya asistido a una representación en vivo puede sustraerse a la intensa emoción que se experimenta. Y, sin embargo, en gran parte sigue siendo una gran desconocida. El presente libro pretende hacer accesible a todo tipo de lectores aspectos que faciliten una comprensión más profunda y que permitan una aproximación a algunas de las claves de la composición. La obra sigue un hilo cronológico: persigue la evolución de una dramaturgia específicamente musical que la ópera fue capaz de concebir, elaborar y replantear desde sus comienzos y en el curso de cuatro siglos. No se centra únicamente en el argumento o el libreto, ni tampoco en una serie de arias brillantes, sino en el punto de encuentro en el cual confluyen el teatro y la música con el fin de generar un teatro cantado por los personajes y comentado desde la orquesta, un drama (o una comedia) musical. Cada capítulo ofrece una presentación de los rasgos generales del género o escuela en su contexto histórico y cultural, así como un comentario sobre los compositores y tendencias más relevantes.



La Guía completa de la música clásica tiene un diseño precioso, a imitación de un piano de cola, cuya caja abres y aparece una inspiradora frase de Monteverdi: El fin de toda buena música es conmover el alma. ¿Y no tiene toda la razón del mundo? Como la pintura o la escultura, la música también es un arte que apela a nuestras emociones. Dirigida por John Burrows y Charles Wiffen, esta guía pretende recorrer los más de mil años de música clásica occidental. Empieza en el año 1.000 y termina en el presente. De cada compositor analiza sus obras clave y las sitúa en su tiempo: pasamos del mundo antiguo al moderno, de la era barroca a la era clásica y romántica. Como el libro anterior, éste también es totalmente adecuado para los no iniciados o para los que, como yo, tenemos unos conocimientos ajustados de este arte tan fascinante.

  • Guía completa de la música clásica, de varios autores: Piérdete en la fascinante historia de la música clásica con esta completa guía. Repleta de fotografías a todo color, con más de 300 biografías de compositores, los análisis de las grandes obras clásicas, así como con toda la información sobre instrumentos, géneros y estilos, esta es una lectura esencial para todos los amantes de la música clásica. Explica los elementos principales y la terminología de la música clásica de manera clara y sencilla. Analiza la música y los instrumentos de todas las épocas, desde la Edad Media y el Renacimiento, pasando por el Barroco y el Romanticismo hasta llegar a nuestros días. Recoge las biografías, los estilos musicales y las frases más célebres de cerca de 300 compositores.



Ya he dicho en otras ocasiones que el paisaje es mi género pictórico favorito. Por eso, cuando en una feria de antigüedades encontré este catálogo por 0.50cts, no dudé en comprarlo. Es un catálogo de una exposición titulada El Siglo de Oro del Paisaje Holandés que, si no estoy equivocada, tuvo lugar en el museo Thyssen-Bornemisza en el año 1994. Entre sus páginas se encuentran pintores desconocidos para mí, como Jan Asselijn, de cuya obra ya estoy totalmente enamorada. Un catálogo que es como un regalo, de lo barato que fue, y en cuyo interior se encuentran grandes tesoros.

  • El Siglo de Oro del Paisaje Holandés, de Peter C. Sutton: El paisajismo holandés constituye uno de los capítulos más brillantes y originales de la historia de la pintura europea. Tradicionalmente se ha visto en él una voluntad de realismo; este punto de vista se ha expresado por ejemplo diciendo que por medio de sus paisajes los pintores holandeses hacían un fiel y apasionado retrato de su país. La historiografía actual tiende a matizar esta interpretación señalando la dimensión simbólica y conceptual de esta pintura, viendo en ella mensajes codificados con la intención de transmitir un contenido proverbial o religioso. Tanto en un caso como en otro, tanto si destacamos su realismo como si destacamos su compleja estructura conceptual, estamos viéndola como fruto del siglo XVII, inscrito en el marco cultural del barroco.



4 comentarios:

El Santuari de Lord, un paraje excepcional en el Prepirineo catalán

5/06/2015 Anna 2 Comments


¡Qué difícil me resulta escribir algo en esta ocasión! Por más que pienso en un inicio, no me salen las palabras. Contemplo las fotografías y en mi interior se remueven las emociones; sin embargo, es tanto el sentimiento que para mí guardan estas imágenes, que mis manos son incapaces de teclearlo. En ellas se acumulan mis años de infancia y también los de una buena parte de mi madurez. Entre estos paisajes he sido feliz. He visto salir el sol infinidad de veces entre estos árboles; he visto cómo les resbalaba la lluvia o se tapaban con nubes negras. He visto cómo el fuego quemaba sus ramas. He jugado con ellos. En estos bosques he pasado los años más bonitos de mi vida, porque no tenía ninguna preocupación. Mi mente de niña era libre. Por eso, os enseño este rincón del mundo con una ilusión especial. Imagino que os estaréis preguntando dónde se sitúa este paraje excepcional. Pues sí, en Catalunya, donde vivo. Y más concretamente en el prepirineo, en la comarca del Solsonès y en el término municipal de Sant Llorenç de Morunys (mirad el mapa de abajo para situaros mejor). Esta comarca tiene joyas naturales que son ideales para los excursionistas y los apasionados por el deporte de montaña. Una de ellas, que puede hacerse perfectamente en familia, es la que os traigo hoy: la del Santuari de Lord. ¡Desde este santuario se aprecian unas vistas impresionantes sobre todo el valle! Está situado en una montaña que se llama Mola de Lord (de ahí el nombre del santuario), un monte de unos 1.200 metros de altura desde el cual se puede ver el embalse de la Llosa del Cavall (uno de los atractivos de esta excursión). En este envidiable lugar, no es de extrañar que se construyera un santuario, documentado ya desde finales del siglo X. Era perfecto como centro eremítico y de meditación, por eso en el siglo XVI se estableció la primera comunidad de monjes dominicos. La iglesia fue reformada notablemente, incorporando un nuevo presbiterio, seis capillas laterales y una hospedería. Sin embargo, esa no es la iglesia que contemplamos hoy en día. Las guerras carlinas la destruyeron y fue gracias a la iniciativa posterior del industrial Esteve Monegal que se construyó una nueva entre 1867 y 1870 de características neoclásicas: es de una nave cubierta con bóveda de cañón y con capillas laterales entre los contrafuertes. Tanto su fachada como su campanario son de una gran austeridad. La ornamentación se reduce al retablo, fabricado en el año 1901 por J. Riera Casanovas, y en el cual se ubica la talla de la Virgen con el niño.

Llegar al santuario no es complicado, pero sí intrincado, por las curvas que hay. ¡Abstenerse los que se marean! Hay dos opciones: se puede llegar desde Solsona o desde Berga. La carretera de Berga a Sant Llorenç de Morunys es la que más mareos puede provocar, pero su recorrido es precioso. Una vez llegados al pueblo de Sant Llorenç hay que seguir las indicaciones y luego aparcar el coche en una pequeña explanada y... ¡a subir a pie! Porque el santuario es inaccesible en coche. Se tarda unos veinte minutos en subir, dependiendo del estado físico de cada uno, claro. ¡Acompañadme a continuación y lo veréis!

Empezamos a subir el camino. Los monjes que vivían (y que viven aún) en el santuario, se abastecían mediante un sistema de poleas, a través del cual subían los alimentos de primera necesidad. Aún hoy se utiliza este medio de transporte y en alguna ocasión puede verse en funcionamiento desde la explanada del aparcamiento.



Desde hace poco, han empezado a remodelar el camino añadiendo estas baldosas para facilitar el acceso a los visitantes. En mi opinión, le quita todo el encanto al camino de piedras naturales. Este trayecto hasta el santuario también era utilizado por los penitentes o por los que habían realizado alguna promesa que se había cumplido. Dentro de la iglesia había exvotos de cera que la gente ofrecía agradecidos a la Virgen. Desgraciadamente, los quitaron hace escasos años.


Un cañón conmemora el episodio de las guerras carlinas.




El retablo es el elemento ornamental que más llama la atención. Como he dicho, fue construido a principios del siglo XX. En el tabernáculo se sitúa la estatua de la Virgen de Lord con el niño (se puede subir hasta él desde atrás), flanqueados por Sant Llorenç y Sant Esteve. Las pinturas de las paredes laterales (disculpad que no puedan apreciarse bien en esta fotografía) son del pintor Lluís Masriera (1923).






Hasta ahora hemos visto la subida al santuario por el camino principal. Pero hay otro, que puede hacerse de bajada, y que constituye todo un deleite para la vista. ¡No hace falta que os diga por qué! Juzgad vosotros mismos. Es una ruta de senderismo espectacular, de aquellas que no deja indiferente, y desde la que se aprecia la montaña del Port del Comte, el Codó, el pantano de la Llosa del Cavall y la sierra de Busa-Bastets-Lord. Esta ruta se conoce también como camino de Sant Jaume y desde el santuario se accede a ella a través de una verja de hierro. El camino tiene tramos abiertos y luminosos, y tramos oscuros en los que la naturaleza te envuelve por completo. Es todo un espectáculo si hace buen tiempo. Y lo mejor es que por el camino, si en un determinado momento, te desvías hacía la derecha, llegas a unas cuevas en las que los antiguos habitantes de la región podían refugiarse. Incluso aún hoy resguardan las ovejas. ¡Disfrutad del camino y nos leemos en mi próxima aventura!

Dejamos atrás el santuario para sumergirnos de lleno en el camí de Sant Jaume.




















Ubicación geográfica


Visita: 02/05/2015

* Todas las fotografías han sido tomadas por mí. Si quieres reproducir alguna de ellas, por favor, contacta conmigo a través del formulario de contacto. ¡Gracias!
 

2 comentarios:

Montblanc, un pueblo medieval amurallado y con encanto

5/04/2015 Anna 0 Comments


Existe un lugar, una bella ciudad, añeja emperatriz, la mística Montblanc. Su aroma medieval, sus gentes y esplendor, impregnan en tu ser una magia especial ♫ Así de inspiradora empieza la canción Dracum Nocte, del grupo de heavy metal Saurom. Y a mí me viene muy bien para introducir la entrada de hoy. Montblanc, una ciudad cercana a Tarragona, siempre se viste de gala cuando se aproxima Sant Jordi. ¿Sabéis por qué? Porque el folklorista catalán Joan Amades (1890-1959) recogió en su Costumari (una obra de referencia sobre las tradiciones catalanas) el siguiente hecho: que la leyenda de Sant Jordi ocurrió en esta localidad. Desde hace veinte años, los montblanquins se esfuerzan en conmemorarla a través de una semana llena de actividades: sus calles se adornan con motivos medievales, se celebra un bonito y concurrido mercado medieval, preparan conferencias relacionadas con la Edad Media y, sobre todo, se satura de fiesta, color, fuego y luz cuando se celebra la Dracum Nocte, el espectáculo nocturno más popular.

Montblanc tiene algo que enamora. Puede que sean sus calles, empedradas, rústicas, de tono antiguo. Medievales. O sus iglesias. Tiene, nada más y nada menos, que tres iglesias muy próximas entre sí. La principal es la de Santa María, gótica del siglo XIV, desde cuyas terrazas se vislumbra toda la ciudad amurallada. Sus murallas tampoco dejan indiferente, pues se conservan muy bien y están catalogadas como conjunto monumental y artístico. Ya véis que si sois amantes de lo medieval, Montblanc es uno de esos lugares de visita obligada. Y si se tiene la oportunidad de asistir durante esa semana medieval (siempre en los alrededores del 23 de abril), mucho mejor. ¿Vosotros habéis ido alguna vez o tenéis planeado visitarla en un futuro? Quizá os apetezca más hacer el turista en otra época del año, cuando sus calles no están tan abarrotadas. A veces es mejor ir con tranquilidad; así se aprecia mejor su cotidianidad. ¡Espero que os gusten mis fotografías!


 




En las calles del casco antiguo de Montblanc se respira su aroma medieval. Las piedras forman estructuras arquitectónicas que nos transportan a otra época. Sus callejuelas están llenas de historia.

Cabeza de dragón en hierro forjado que preside el portal de San Jorge, abierto en un tramo de la muralla medieval. Según la tradición, fue aquí donde San Jorge mató al dragón, de ahí su nombre. Montblanc tiene cuatro portales más en todo su recinto amurallado, de 1.700 metros de longitud.



En las murallas puede apreciarse a la perfección el paso de ronda con las almenas. Antiguamente, el recinto estaba rodeado por un foso y se dice que había un total de 34 torres de defensa, de las cuales se conservan 25. Las murallas datan del reinado de Pere el Cerimoniós (1336-1387).



La iglesia de Sant Miquel es un ejemplo de transición entre el románico y el gótico. De una sola nave, sin ábside, con una cubierta de madera policromada excepcional. En las capillas laterales se puede ver la evolución del gótico desde el más sencillo al más florido.


 


La iglesia de Sant Francesc se construyó entre los siglos XIII y XIV y era un convento franciscano. Se situaba fuera del recinto amurallado y estaba formado por la iglesia, el claustro y las dependencias de los monjes. Tiene una sola nave con cabecera pentagonal, bóveda de crucería y seis arcos radiales apuntados, capillas laterales abiertas entre los contrafuertes y cubierta de madera ligeramente policromada a doble vertiente.



La iglesia de Santa María, gótica del siglo XIV, domina toda la ciudad de Montblanc. Su fachada principal, situada en un lateral, es de estilo barroco (las columnas corintias enmarcan las estatuas de los cuatro apóstoles). El interior se estructura a través de tres naves cubiertas con bóvedas de crucería y claves esculpidas con escenas del Antiguo Testamento.

Escena de la ciudad desde la catedral, donde se aprecian bien las torres de las murallas desde el interior. Fijaos que por detrás estaban descubiertas.













Ubicación geográfica


Visita: 18/04/2015

* Todas las fotografías han sido tomadas por mí. Si quieres reproducir alguna de ellas, por favor, contacta conmigo a través del formulario de contacto. ¡Gracias!
 

0 comentarios: