Los templos de Hōryūji

6/30/2009 Beldz 2 Comments


Uno de los legados más impresionantes, y puede que de los más desconocidos por los occidentales, es el del arte japonés. Con el paso de los años se ha ido introduciendo con más intensidad entre nuestra sociedad, ya que, cada vez más, vivimos en un mundo globalizado donde la cultura no conoce fronteras. Sus influencias ya se dejaron notar entre los artistas parisinos de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX; aquellas estampas tan características del arte japonés fascinaron a pintores tan reconocidos como Toulouse-Lautrec, que aplicó, en algunos de sus carteles, las leyes compositivas japonesas, basadas en las marcadas líneas diagonales y el corte lateral de algunas figuras.

De esta manera, y habiendo dado ya el primer paso, sería cuestión de tiempo que la cultura japonesa penetrara de forma gradual en Europa, creando en nuestra mente una especie de fascinación y extrañeza por todo aquello que se nos presentaba tan diferente a nuestros ojos. Para mí, una de las muestras más originales del arte de aquellas islas es la arquitectura y, en especial, los templos. El complejo de Hōryūji es, quizá, uno de los más conocidos, pues refleja la majestuosidad de los recintos religiosos de aquella zona, aunque de los originales templos no se conserve demasiada cosa.

Para que veáis las características básicas de este ámbito budista, os copiaré el fragmento que recoge Rossella Menegazzo en su libro Japón, de la colección Grandes Civilizaciones. También pondré las fotografías que lo acompañan, pues profundizan un poco más sobre el tema. Podéis pinchar en la imagen para verlas más grandes.

Hōryūji

El complejo de templos de Hōryūji se halla en la ciudad de Ikaruga, en las montañas de Nara, y es uno de los más vastos e importantes centros del budismo de la escuela Hossō en Japón. Fue construido, aunque en dimensiones reducidas respecto a las actuales, por orden del príncipe Shōtoku entre 601 y 607, cerca de su residencia de Ikaruga no miya. Hasta la Segunda Guerra Mundial, cuando se convirtió en una secta propiamente dicha, en su interior se desarrolló poco a poco un auténtico culto dedicado a la figura de Shōtoku, considerado una divinidad protectora del budismo por la divulgación que llevó a cabo durante toda su vida. Del templo original de Shōtoku arquitectónicamente no queda casi nada, pero en el interior de Hōryūji se han conservado muchas obras del templo que hacen de ella una de las mayores colecciones de arte de la época Asuka.

Actualmente el templo consta de dos núcleos, uno occidental (saiin), de finales del siglo VII y que es el más antiguo de todos los que existen en Japón, y uno oriental, más pequeño (tōin). El complejo occidental se levantó en una zona ligeramente al noroeste respecto al lugar en el que estaba el primer templo, tras la destrucción de este en 670. Y si bien en la disposición compleja de los edificios fue un templo innovador, no lo fue en la construcción de los mismos, fiel a la arquitectura china clásica de cien años antes.




  • Para más información:
Título: Japón
Autora: Rossella Menegazzo
Editorial: Electa, colección Grandes Civilizaciones, 2008
Formato: Tapa blanda, 384 págs.
Precio: 25€


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La cueva de Fingal

6/10/2009 Beldz 3 Comments


Hace tiempo quedé impresionada al ver una fotografía de una de esas misteriosas maravillas que la naturaleza ha ido modelando a lo largo de cientos de años. Se trataba de la gruta de Fingal, una cueva que se encuentra en la inhabitada isla de Staffa, en las Hébridas interiores, al oeste de Escocia. Compuesta por columnas hexagonales de basalto, al igual que la Calzada del Gigante, pues tienen su mismo origen en una erupción volcánica, fue descubierta por Sir Joseph Banks, naturalista y botánico inglés, en una expedición en agosto de 1772. La cueva fue lugar de inspiración de muchos románticos: Mendelssohn compuso la obertura de su sinfonía "Die Hebriden" tomando como referencia los ecos producidos en el interior de la cueva; o el pintor William Turner, a raíz de un viaje por las tierras escocesas, visitó y pintó la gruta desde el mar a través de efectos atmósfericos, juegos de luces y con una pincelada poco definida, característica de su última etapa artística.

Y es que para los románticos, la gruta de Fingal suponía estar en pleno contacto con uno de sus héroes más admirados, Fingal, el padre del legendario bardo Ossian. En el siglo XVIII, el poeta escocés James Macpherson (1736-1796) compuso un poema en prosa dedicado a Fingal, tomando como base las tradiciones populares y las leyendas difundidas oralmente por las tierras altas escocesas. El espíritu sensible de finales de siglo y la aparición del Sturm und Drang hizo que este tipo de poesía épica arraigara con fuerza entre los literatos, que vieron en la mitología celta una forma de inspiración.

"Ossian ha ocupado el puesto de Homero en mi corazón" (Goethe, Werther)


La cueva de Fingal

William Turner - Fingal's cave (1832)


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Florencia: La Piazza della Signoria

6/07/2009 Beldz 3 Comments


La Piazza della Signoria
, ubicada en el centro histórico de Florencia, es una magnífica cuna del arte italiano medieval, renacentista y manierista. La plaza empezó a utilizarse como centro de la vida política y comercial de la ciudad en el siglo XIV; por ello, se construyó el Palazzo Vecchio, sede de los priori (dirigentes de los gremios) y de los gonfaloniere della Giustizia (representantes máximos de la justicia de la ciudad). El edificio, diseñado por Arnolfo di Cambio en 1299, tiene un aspecto exterior macizo y almohadillado, que recuerda la fortificación de los castillos medievales. Veamos qué alberga en su interior este fantástico palacio:



- Patio interior cuadrado: remodelado por Michelozzo Michelozzi a mediados del siglo XV, consiste en una sucesión de arcadas de medio punto, con unas columnas estriadas en la parte inferior y una ornamentación floral de estuco dorado en la parte superior y en los capiteles. La decoración de las paredes del patio, que representan vistas panorámicas de diversas ciudades, fueron pintadas con motivo de las bodas entre Francisco I y Juana de Austria.

- Salón dei Cinquecento
: el salón de los Quinientos, que recibe este nombre por ser la sala de reuniones del Consejo General del pueblo, formado por quinientos representantes de los ciudadanos, es una de las salas más ricamente decoradas del Palacio. La mayoría de su decoración corrió a cargo de Giorgio Vasari, que le confirió un aspecto manierista, tanto en las paredes como en el techo. El artista florentino pintó grandes frescos de batallas que rememoran los éxitos militares de Florencia frente a Pisa y Siena; y en el techo, otros episodios destacados de la historia de la ciudad, enmarcados por fastuosos marcos dorados que le confieren un aspecto lleno y recargado. También en la parte inferior de las paredes se alzan actualmente diversas esculturas sobre pedestal, hechas por diversos artistas, aunque destaca, claramente, la figura alegórica de la Victoria, obra de Miguel Ángel. Las famosas batallas de Cascina y de Anghiari, hechas por Leonardo da Vinci y Miguel Ángel respectivamente, se destinaron en un inicio a esta sala, pero los universalmente conocidos artistas no llegaron a terminarlas. Quedarían como anécdota para la posterioridad, pues fue uno de los momentos en que ambos coincidieron en la ciudad.


- El Studiolo de Francisco I: la pequeña estancia de estudio del gran duque, fue también decorada por el manieriesta Giorgio Vasari entre 1570 y 1575, con un plan iconográfico complejo que reflejaba el interés del monarca por las ciencias naturales, la alquimia y, sobre todo, el arte. La sala carecía de ventanas, pero poseía diversas puertas secretas, que se escondían detrás de los cuadros. De nuevo, encontramos marcos dorados, piedras preciosas y una abundante ornamentación floral, muestra extraordinaria de la orfebrería.

- Quartiere degli Elementi: la denominada sala de los elementos, formada por cinco salas y dos logias, fue decorada por Battista del Tasso y, a su muerte, terminada por Giorgio Vasari. La decoración se basa en el tema mitológico de los dioses paganos y fue encomenada por Cosme I de Médicis. Esta temática aparece de nuevo en la Logia de Saturno, ubicada también en el segundo piso del palacio, donde se representa, en un techo nuevamente dorado, a Saturno devorando a sus hijos.

- Sala dell'Udienza
: en la sala de la Audiencia encontramos, otra vez, una estancia profusamente recargada y decorada. En ella se reunían los priores en asamblea. En las paredes, encontramos diversas escenas de la vida del militar romano Furio Camilo y fueron pintadas en el siglo XVI por Francesco Salviati, un artista que se había formado en la escuela de Rafael, en Roma. El techo es digno de mención, ya que está cubierto por un artesonado dorado y azulado datado en 1476, obra de Giuliano da Maiano.


- Sala dei Gigli: la conocida sala de los Lirios, que recibe este nombre debido a su decoración a base de flores de lis, estuvo unida a la sala de la Audiencia hasta la década de 1470; por ésto, posee el mismo techo artesonado que su estancia contigua. Las pinturas que decoran una de las paredes fueron hechas por Domenico Ghirlandaio y su taller, a finales del siglo XV. Destaca la perspectiva y profundidad del fresco central, donde encontramos representado a San Zenobio, el primer patrón de Florencia.

Pero en la Piazza della Signoria no sólo se alza el majestuoso Palazzo Vecchio. Delante de él, una serie de magníficas esculturas constatan lo que Florencia dió al arte. Una de ellas es el monumento ecuestre del duque Cosme I de Médicis, del flamenco Giambologna o Juan de Bolonia, realizada entre 1578 y 1594. En el pedestal hay relieves que rememoran episodios importantes de su vida, como su coronación por el papa Pío V o la concesión del título de gran duque de Florencia. La dignidad del duque se transmite a través de su postura, así como su poder, sosteniendo el bastón de mando.
Junto a la estatua ecuestre, se situa la fuente de Neptuno, obra de Bartolomeo Ammannati, realizada entre 1560 y 1575. Hecha en mármol y bronce con motivo del enlace entre Francisco I y Juana de Austria, el conjunto es una buena muestra de la iconografia pagana que gustaba en aquella época.


Justo enfrente del palacio, y simbolizando el poder de la república florentina, se situaron otras dos gigantescas esculturas, actualmente sustituidas por copias: el David, de Miguel Ángel y el Hércules y Caco, de Baccio Bandinelli.

Finalmente, en la zona derecha de la Piazza, está la Logia dei Lanzi. El edificio fue construido por Benci di Cione y Simone Talenti en 1381. De estilo gótico, servía como sala de recepciones y fiestas públicas, aunque en tiempos de Cosme I sirvió para congregar a la guardia personal del duque, los lanzichenecchi, de ahí su nombre actual. Presiden la entrada a la Logia dos magníficas esculturas: el Rapto de las Sabinas, de Giambologna, y el Perseo con la cabeza de Medusa, de Benvenuto Cellini.


  • Para más información:
Título: Arte y arquitectura de Florencia
Autor: Rolf C. Wirtz
Editorial: Könemann, 2005
Nº de páginas: 560
Precio: 15€

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Tercer aniversario

6/01/2009 Beldz 11 Comments


El pasado 27 de mayo este blog cumplió ya tres años. Mucho tiempo ha pasado desde que publiqué la primera entrada, Abbotsford House, hasta hoy. Cambié el diseño del blog para hacerlo mucho más funcional y ganar con ello algunos seguidores más. Por ésto, quiero dar las gracias a todos aquellos que me leen desde el primer día, y a aquellos otros que se han ido incorporando con el paso del tiempo. Sé que es un blog modesto, hecho con cariño, paciencia e ilusión, sin ninguna pretensión más que la de compartir y transmitir a la gente todo aquello que voy aprendiendo por el camino.

Os dejo, otra vez, con una imagen de uno de mis pintores favoritos, John Constable.


John Constable - El carro de heno

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