Château de Vaux-le-Vicomte
Preparando mi próximo viaje a París, y revisando una guía sobre Francia, me llamó la atención un castillo situado a no demasiados kilómetros al norte de la ciudad. Vaux-le-Vicomte fue diseñado y decorado por algunos de los más prestigiosos artistas de la época: el arquitecto Luis Le Vau, el paisajista André Le Nôtre o el pintor Charles Le Brun. Su propietario, Nicolas Fouquet, el ministro de finanzas del rey, quiso que fuera un palacio ostentoso, solemne, y demasiado lujoso para el gusto de Luis XIV, el Rey Sol. Para celebrar su finalización, preparó una espléndida fiesta, amenizada con una representación de Molière, un ballet compuesto por Jean-Baptiste Lully, y una magnífica comida preparada por el maître Françoise Vatel. La osadia de Fouquet por la magnificiencia de la fiesta en Vaux-le-Vicomte, unido a su enriquecimiento personal, hicieron incrementar los recelos del rey. Pocas semanas después, Fouquet fue arrestado en Nantes, sometido a juicio y encarcelado en la fortaleza de Pignerol, en los Alpes, donde moriría en 1683. Luis XIV, con Fouquet en prisión, se dedicó a desmantelar Vaux y a reclutar a sus artistas para empezar un nuevo proyecto, todavía más famoso y espectacular, el palacio de Versalles.
Nicolas Fouquet, poderoso ministro de finanzas de la Corte de Luis XIV, desafió al arquitecto Luis Le Vau y al decorador Charles Le Brun a crear el palacio más suntuoso de aquella época. El resultado, uno de los más magníficos castillos franceses del siglo XVII, superó los sueños de Fouquet. Sin embargo, también propició su caída. Luis XIV y sus ministros se alteraron tanto, debido a que eclipsaba a los palacios reales, que hicieron arrestar a Fouquet y le confiscaron todos sus bienes. Como corresponde a los gustos de grandeza de Fouquet, el interior es un dorado banquete de frescos, estucos, cariátides y bustos gigantes. El techo del Salon des Muses ostenta el magnífico fresco de Le Brun con sus ninfas danzarinas y sus esfinges poéticas. La Grande Chambre Carrée está decorada en estilo Luis XIII, con muros con paneles y un impresionante friso triunfal que evoca a Roma. Al contrario de Versalles, sus muchas habitaciones son emotivamente íntimas, y su escala no es aplastante. Sin embargo, la fama de Vaux-le-Vicomte se debe a los sorprendentes jardines de André Le Nôtre, los más bellos de la Île de France. La formación original del paisajista como pintor es patente en la magnífica sucesión de terrazas, lagos y fuentes.
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