Rademakers Collectie: Romanticismo en los Países Bajos
A veces, suceden cosas que te sorprenden. Una de ellas es la de descubrir, un día, por casualidad, algo relacionado con tus aficiones que desconocías. Un hallazgo que te acaba por entusiasmar. A mí, en esta ocasión, me ocurrió con la pintura. De hecho, este campo es inagotable. Siempre hay pinturas por descubrir y artistas formidables escondidos en algún lugar, cuyas obras no han trascendido y permanecen ocultas a nuestros ojos. También existen pequeñas colecciones, poco conocidas, pero de un gran valor artístico. Este es el caso de la colección Rademakers.
Esta colección reúne un centenar de pinturas románticas, principalmente de maestros holandeses y belgas. Abarcan casi todo el siglo XIX: la primera está fechada en el año 1806 y la última es de la década de 1870. Fue Jef Rademakers, dueño de una productora de televisión que se pasó al mundo del arte, quien empezó a formar este extraordinario repertorio de obras maestras. Y es que puede decirse que esta colección privada es una de las más importantes del género paisajístico nórdico. El núcleo de la colección está formado por paisajes que poseen un sentido del Romanticismo típico de los Países Bajos: nos muestran paisajes invernales o veraniegos, escenarios urbanos o rurales, marinas, ambientes nocturnos que nos inspiran a la instrospección... Todos nos transmiten una sensación sublime, pintoresca, maravillosa y, en ocasiones, idílica y poética. También hay lugar para el misterio, la melancolía y la experiencia religiosa -íntima y mística-. El punto de vista bajo que conceden a la composición, herencia de los artistas del siglo XVII, como Ruisdael, les permite desplegar en toda su esencia las condiciones atmosféricas: cielos despejados, nubosos, crepusculares o con tormenta. Un alarde de perfección técnica.
Esta colección reúne un centenar de pinturas románticas, principalmente de maestros holandeses y belgas. Abarcan casi todo el siglo XIX: la primera está fechada en el año 1806 y la última es de la década de 1870. Fue Jef Rademakers, dueño de una productora de televisión que se pasó al mundo del arte, quien empezó a formar este extraordinario repertorio de obras maestras. Y es que puede decirse que esta colección privada es una de las más importantes del género paisajístico nórdico. El núcleo de la colección está formado por paisajes que poseen un sentido del Romanticismo típico de los Países Bajos: nos muestran paisajes invernales o veraniegos, escenarios urbanos o rurales, marinas, ambientes nocturnos que nos inspiran a la instrospección... Todos nos transmiten una sensación sublime, pintoresca, maravillosa y, en ocasiones, idílica y poética. También hay lugar para el misterio, la melancolía y la experiencia religiosa -íntima y mística-. El punto de vista bajo que conceden a la composición, herencia de los artistas del siglo XVII, como Ruisdael, les permite desplegar en toda su esencia las condiciones atmosféricas: cielos despejados, nubosos, crepusculares o con tormenta. Un alarde de perfección técnica.
Andreas Schelfhout
Summer panorama
B.C. Koekkoek
Eifel landscape with little church
Bart van Hove
Town view, probably The Hague
B.C. Schneiders van Greiffenswert
Landscape with brook and chapel
Cornelis Lieste
Landscape with crescent moon
Desiré Donny
Harbour at night
Egidius Linnig
The Scheldt
Frederik Marinus Kruseman
Harvest month
Jacob Abels
An extensive river scene with sailing boat
Johan Klombeck
Winter landscape with horse
Pieter Lodewijk Kühnen
Lonesome fisherman at twilight
7 comentarios:
Me encanta, pero de verdad que me encanta, la textura que tienen las nubes en todos los cuadros. Creo que es un efecto dificilísimo de conseguir y creo que casi se pueden tocar, de fotografía. ¡Qué arte!
Unos landscapes preciosos, de verdad. No los conocía. Gracias por traerlos y compartirlos.
¡Hola, Eilonwy!
Imagínate si las reproducciones fueran buenas (se ven un poco borrosas al ampliarlas). Disfrutarías el doble. Pero me alegro de que te hayan gustado. Puedes ver más en el enlace que he puesto en el primer párrafo :)
Gracias por tu comentario ;)
Como comentas, es increíble cómo consiguen representar todos los colores del cielo, sin que se noten las transiciones ni quede artificial. Incluso sin saber de pintura resulta impresionante.
Gracias por la entrada ;)
¡Gracias a ti por escribir! Como siempre digo, no hace falta entender de pintura para que un cuadro nos emocione. El arte está hecho de sensaciones :)
Hasta pronto ;)
Qué barbaridad, qué pinturas más impresionantes! :-o
Me encantan. Me anoto ya mismo los nombres de los pintores para buscar más obras suyas.
Gracias por descubrírnoslos :)
Sabía que os gustarían. ¡Es que son una pasada! Cuando tenga tiempo, yo también quiero buscar más pinturas de estos artistas. Seguro que encontramos más paisajes alucinantes :)
Acabo de caer que se me pasó dejar comentario aquí. Tan sólo unirme a lo que comentáis: son una verdadera delicia de pinturas... sencillamente, me encantan.
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